Por Rocío Ranciari | Fotografía: Jésica Croce
el arte que no descansa,
y que no duerme.
No descansa porque,
está en las manos de los que a diario luchan
en la búsqueda de un futuro mejor
para todos.
no duerme porque,
vive en los ojos de los que son capaces de amar;
aún en la desdicha…
en la panza de los pibes que pasan sus días con hambre.
el arte como arma,
para arruinar lo viejo, lo ajado,
lo desconsiderado.
donde ya nada queda,
donde todo fue arrancado
ahí
el arte emerge
y
sale en forma de grito en una calle cualquiera,
en forma de banderas,
o en la piel de un indio
a quien patria nadie le diera.
el arte como cambio,
en la acción.
y es deber nuestro,
a este arte no dejarlo morir.
y que el sentimiento se contagie
y seamos cientos
porque sabemos qué decir.
y que el presente no nos amargue
que el futuro es ya nuestro
si empezamos hoy el viaje.