También este horror pasará.
Pero no sin nosotros.
Sin el trasiego y el furor.
La sístole del fango.
La duermevela en lucha.
El cielo de Sun Tzu.
El turbión.
Los excesos del viento.
Pasará este horror.
Si encallan como aves los esbirros.
Si es vencida la infamia cruel
de los falsarios.
La falsa porca faz
de los usurpadores.
La pez de los malnati.
También pasará este horror.
Pero no sin nosotras.
Y el abrazo de luces
en las plazas alzadas.
Las ciudades ardientes.
Susurros tumultuosos.
El bosque.
Puñales de obsidiana.
Nadie duerme.
Nada calma.
Un aliento de fuego
barro y trémulo.
No.
Nada calma.
Nada adormecida.
¿Fiebre en alabastro
o magma enfebrecido?