Poesía de a dos
«¡Escribite algo a ver!» Plagio desafiaba a su compañero mientras saboreaba el último trago de una Quilmes caliente. Gado tomó la hoja, amontonó algunas palabras y le retrucó «Seguilo, dale»; y ambos terminaron ‘Con las alas destruidas’
Hay quienes festejan
y otros que saben llorar
por ese pedazo que desaparece
y algunos llaman felicidad
Como un segundo animal
una puñalada sobre el ojo del desgraciado
hacerlo sangrar,
orinarlo, cagarlo,
y volverlo a matar
una y mil veces
con la violencia sacramental
¡Comienza la vida!
brilla en la noche su fulgor
como una estrella errante
nadando por las venas del destino
ya no quiere canciones de amor
y elige en los dados, otro camino
Una cerveza, un tarrito con maní
un cigarro con tabaco o marihuana
la música sonando al fondo
y una puta bailando
Lo espectral de las ansias
lo más cálido de la percepción
lo más sensible,
lo más alto,
lo mas sublime
está escondido donde nadie llegó,
ni Dios lo recuerda
y nos da esta vida poco cuerda,
para maquillar, lo que se le escapó
