Poesía | Zombis - Texto: Ramiro García | Ilustraciones: Francisco Toledo 

La venganza del cadáver resentido se llama zombi. Algo detiene un cuerpo hacia la ruta final de la muerte en paz, ansiada como el impotente ansía el orgasmo. Ansiosos, ansiados, ancianos del andar. El cadáver posmoderno se llama zombi, piensa este autor, «plagiando a Perlongher». O actualizándolo, pensamos nosotros. ¿Qué pensará Perlongher? Nada, porque es un cadáver. A menos que… 


Texto e ilustraciones publicadas en el primer número de nuestra Revista de Literatura y Artes.

 

Zombis
en las calles
en los moteles
sentados en sus autos
en los carteles
en la ruta del bondi que no para
en la escalera del subte que no Sube
en la soga que se anuda y te ata
en la moto queteketá

En  la humedad, en los hongos
en el gusto a sangre entre los dientes
en la bragueta

Zombis
en la esquina
cruzando Catamarca
tocando bocina en los semáforos en rojo, metiéndose el dedo en la napia
hurgando en un oráculo de moco los vestigios de su seso masticado
zombis

En el precio de la ausencia
en el resumen del cajero
en su jerárquica presencia
señor gerente, en su orto
chupándolo, zombis

Dicen que los zombis son una estrategia de Estados Unidos
para desatar una guerra zombi
que Diego es zombi, que Mauricio es zombi,
qué el amarillo atrae a los zombis
que no se puede matar a los zombis
qué estudiar marketing genera zombis

Dicen que los zombis son un invento del gobierno para asustar a los medios
dicen que los medios son un invento de los zombis para asustar a los medios
dicen que la población es un invento del gobierno para asustar a los zombis

Ilustración: Francisco Toledo

Pero… ¿Qué dicen los zombis?
Zombis, balandras acalambradas de inmigrantes que saltan al desierto cargando cuatro pibes,
zombis, borrachos de sangre, wi-fi  y mota
la panzota del vigilante que chista por la migra
la hidra de la pobreza y sus cabezas de rata
sangre barata
zombis

Zombis
precisamente ahí, en esa pija que se desgaja en el placard del soslayo
en el desdén, que no se sepa que no se paki
acaso, que se piense, pero que no se diga, quizás
que se diga pero que no se chongo

Zombis
en la empanada jugosa, en la lengua abrasiva
en el pedir bulímico de la madama empernada
en la caída del bretel
en el elástico de la calza
en los pezones que lo apuntan bajo la camisa
en la delgada cornisa que va del winner al viejo verde
en la fiebre
en el hambre
en su cara invisible
en su panza de fiambre

Zombis,
militantes del combo,
subcampeones de la promo
taggeados a sus pantallas deslizantes
remando en la pasta que cura la sensibilidad.

Zombis,
corriendo maratones por que no se (les) puede parar
ni los fines de semana

Zombis
tu ex convertida en zombi con un rugbier y dos zombiecitos
busca la llave en cruz y beat on the brat en el cd
beat on the brat con todo lo que tengas
no es por guita, ni principios, no es supervivencia ni venganza
ver a tu ex convertida en zombi
la Única cura contra la necrofilia.

Zombis
en la cisura de los arpones que sostienen el hombro en el que llora tu hijo
en el crucifijo, que encabeza los pasillos blancos
en el llanto de la espera, en las charlas
de pasillo, zombis.

Te empujan.
Te marcan.
Te ponen.
Te garcan.

Zombis
en la platería, en los manteles, en la seda, en los caireles,
con los que mis tías asfixiaban a sus visitas hasta dejarlas indefensas
el cobrador de las expensas,
el vendedor de nichos,
médicos, monjas, sobrinos
y nosotros, los hijos de sus sobrinos,
víctimas berrinchudas por las que las tías mostraban un amor desesperado
el amor del que se aferra a la vida, aún después de la vida
besos que resucitan carnívoros
mordidas zombis.Ilustración: Francisco Toledo

Una mujer llama al 911, para denunciar que su hijo esta siendo atacado por cinco zombis,
antes de colgar la voz monocorde de la operadora contesta
calmese, señora, ya van en camino, más refuerzos
zombis.

Zombis hermanos míos
¿Que Lázaro les dijo: levántate y anda,
fue el cristo virus alienígena
la virgen maldición en Maya
la santa milonga de Francisco
o el vaivén de la hamaca paraguaya?

Zombis
plagiando a Perlongher, a Fabri, a Yepes, a tantos
otros zombis
sosteniendo este libro.

Zombi es peyorativo,
la expresión no viviente
demuestra los prejuicios de esta sociedad vivacionista
me parece más adecuado
humano
con capacidades
vitales especiales.

Porque vos, porque yo, porque todos nosotros
podemos convertirnos en zombis
defiende los derechos de los zombis.

Defiende tu futuro.
Ilustración: Francisco Toledo

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