Por Oreste Vallese
¿Llora el paredón y se desangra
no por la carne
chamuscada en sus huecos
llora y se desangra por la suerte
de vivir una noche, todas esas noches
que (por qué no) recuerda?
llora el paredón y a su modo su bronca desvalida
lo hicieron cómplice de lo inconfesable
lo volvieron, también,
víctima callada
¿entonces llora el paredón y se desgrana
clama y sufre y lamenta y sangra?
¿llora y se revuelca? ¿en la tremenda espuma
de la inclemencia?
escapa de los sonidos
que en sus oídos
todos suenan a disparos
le sudan gotas que son
germen de una memoria
la confidencia de una muerte
y esa carne chamuscada que lo impregna
y por la que llora.