todo está plagado de ironía
un escritor que no sabe qué decir
una flor que de tanto sol decae
un albañil con las paredes de su casa
descascaradas
y vos que sos para mí
el tesoro más profundo en
un arrecife de corrientes celestes
por mi salud es que
te pido que te vayas
nunca estuvimos tan cerca
como ese día
en los días en que comienza el frío
puedo decir de estos días
palabras truncas
tu voz tomada
puedo decir de las flores
muy muy poco
que permanezca o sirva
de los ojos de cuarzo morado
que en santa herencia quisiste dejarme
para pasar por el filo del monte
madre: yo no he podido
en los días en que comienza el frío
he practicado el silencio puro
he trepado árboles blancos
he observado a la gente: irse
y a mi padre
llorar
nunca
nunca
vas a escribir
algo tan hermoso
como para alcanzar la calma
de los arboles que descansan desnudos
en invierno
porque yo no vivo en ningún bosque
no sé de hadas apenas sobrevivo
y en la distancia los golpes
ocurren como pétalos
de despedida
en días templados
es como si no hubiera dicho
nada honesto
nunca