Yo NO soy la tibia cara al viento.
NO soy la del silencio hambriento.
NO soy la que se interpela contemplando al Paraná.
NO soy enfermera de la multitud.
NO soy — NO puedo.
NO tengo tres riñones
para donarle uno a Tanzania.
NO soy — NO tengo.
NO puedo arriesgar mi vida en la lucha de los pandas.
NO puedo — NO soy.
NO tomo alcohol para olvidar.
NO confundo orgía con unión.
Creo en otra unión.
NO la de las tetas juntas.
NO la del cemento sobre barro.
Yo NO hablo por tus otros.
Hablo por mis ojos.
NO canto por tu gallo
aunque desayune acunando al huevo roto.
Vivo y sangro por algo y eso es tanto.
SÍ oigo un grillo adaptado al salto.
SÍ oigo y logro inmolar mi ego
ante la espada clavada en la mesa
por el fruto naranja o la ducha hirviendo.
Yo NO soy la que se levanta ante todos.
NO soy la que explota por la política.
NO soy la que tiñe al hereje de betún.
Yo NO tengo — Yo NO puedo.
Yo NO soy enfermera de la multitud.
Yo Pude — ya NO puedo.
Yo NO tengo a Washington bajo la cama.
NO di a luz porque me asombro la sombra.
Yo NO pude — NO tengo — NO soy lo que tengo
invierto a sueño, pago a sueño
solo uno, ver el techo multicolor
soy la espina en el tercer ojo
la paz contaminada
la defensa del alfil ante la torre
Resisto porque insisto en ver el techo multicolor.
Resisto por el espíritu de sí
para que una pareja de profetas
resucite en una playa
haciendo el amor.