Poesía de a dos
Acontece el momento
en que caen tempestades
se inundan los tiempos
que saben lo que tienen que hacer
lo que siempre fue visible
y se desvanece ahora.
Mientras ella canta
sobre la sensación de placer
el mundo dura un rato
al menos entre las manos
de esta señora que cree conocer.
El mundo, la inocencia
la inmensa pulcritud,
el delirio del ser,
con su lamentable orgullo
hecho de santos y sermones
con esos momentos
que, como un juego,
comienzan a actuar.
Sobre la agonía de los que se caen
y saben doler donde más nos duele
y quieren morder sin tregua
ni chance de negociar
los ratos, la suerte,
y la muerte a los saltos
nos pasa a buscar.