Cada minuto es un minuto menos, contra esa verdad irrefutable se levantan las voces que intentan transformar el incansable ritmo de las agujas y así romper las normas del tiempo que todo lo come. En un aquelarre que disloca las lecturas mundanas sobre el universo de la comunicación, aparecen profecías que auguran un futuro incierto mientras la cuenta regresiva del reloj universal confirma el inicio de este párrafo.
adj. Compacto, apretado, espeso.
adj. Oscuro, confuso.
adj. De mucho contenido o profundidad en poco espacio.
adj. (argentinismo) Molesto, pesado, hartante.
La clave de lectura para este relato será la noción que usted elija darle a «densa». (La definición encabeza el texto justamente por la polisemia de la palabra, no porque creamos que nuestros lectores son analfabetos).
Se arma el viaje
El Teatro La Escalera es de fachada sencilla; de esos centros culturales que no dejan de reflejar «barrio». Ver obras de teatro en estos espacios siempre tiene un plus, porque la calidez no se termina desdibujando con las salas demasiado amplias, las paredes demasiado prolijas y las butacas demasiado cómodas.
En la sala de espera cuelgan carteles con frases y extractos de novelas y poesías. No me gusta leer sinopsis o ayuditas antes de ver las obras, así que hago un esfuerzo inhumano por no mirarlas; pero la soga que las sostiene está cruzando de lado a lado el espacio y los carteles flotan a la altura de la nuca. Una batalla perdida. Todas las frases hacen referencia a las nociones de tiempo.
Por fin entramos a la sala. Delante de las gradas de madera hay una especie de anciana con un bastón de roble. Las personas del público empiezan a moverse de lado a lado para verla mejor, pero resulta un poco difícil por la poca distancia que tienen los niveles de las gradas entre sí. Los números de un reloj digital cuelgan del techo, sobrevolando el escenario como un fantasma rojo electroluminiscente. Es un conteo regresivo… no sabemos para qué.
La anciana empieza a hablar. Usa gestos quejumbrosos y palabras rebuscadas que poco a poco tratan de dibujar un sabor a predicciones apocalípticas. Parece ser una especie de chamana precolombina que adivina la matanza de su pueblo por la inminente llegada del conquistador.
De golpe cuatro personajes entran a escena por las puertas del costado. Todos visten pijamas. El espacio se convierte en un cuarto de juegos. Estos veinteañeros se suman al espacio de forma poco clara. A veces parecen abstraídos en sus reflexiones e ignoran al resto, en otras ocasiones conversan con los demás, monologueando sobre el sentido del tiempo y los alcances de la comunicación humana. Hay algo en lo que sí parecen coincidir: ninguno de ellos sabe por qué está en esa habitación, pero saben que llegaron ahí por su propia voluntad.
Densa parece un estilo de teatro de ambiciones más académicas, que claramente no confía en las acciones para el desarrollo de la narración. Por ahí aparecen algunos simbolismos de refilón, pero no guían la trama. Ni siquiera sé si hay trama. El texto es el rey, y a veces reina de forma explícita.
En un momento, irrumpen los últimos personajes. El primero es un marinero y conquistador español, que parece estar arribando a la América del siglo XV para someter el territorio a la voluntad de sus armas. Fiel a su estilo, la obra no deja claro si los chicos del pijama pueden verlo o escucharlo, de la misma forma que ocurre con la chamana; el último personaje será una mujer vestida como gitana, a la que los chicos del pijama le exigirán las respuestas que nunca parecen llegar.
La obra parece jugar entre dos formas de afrontar la espera. Por un lado, conocer el destino y verlo inevitable; por el otro, estar atrapado por las propias decisiones, sin saber qué pasará después. Las monólogos de los personajes intentan reflexionar sobre la cultura de masas, el colonialismo mental y la televisión, y la desesperación va llevando todo hacia un punto de anarquía y caos en el que se desdibuja pasado, presente, muerte y vida. El objetivo parece ser despertar del ensueño y realizar en vida las acciones que la obra no tuvo.
Contacto
DENSA La Espera
Lindo Mambo Teatro Independiente
Integrantes:
Actúan: Flavia Decoppet, Martín Didoli, Nadia Paultroni, Lucas Spadano, Julia Valentinelli, Victoria Vilardell y Federico Zelaya.
Escenografía: Gabriela García Cañón
Diseño de iluminación: Macarena Bertoneri
Dramaturgia y dirección: Lautaro Dapelo