nos prometen una ciudad ocupada
las calles saturadas
la policía sin controles
el control extendido sobre nuestros pasos
nos amenazan con considerar
que nuestros pasos urbanos serán sancionados
encarcelados, gaseados, golpeados
nos dicen que podemos caer por error
pero en realidad nos recuerdan que somos cautivos
que estamos en libertad condicional
como estamos a la espera de los telegramas de despido
o de las cuentas impagables
o del prontuario y el linchamiento
nos dicen que nos acostumbremos a la asfixia
al hambre al deshonor a las balas que matan en los barrios
a las policías bravas y los ministros gerentes
la ciudad ocupada es la cabeza de un Goliath encadenado
rotunda materialidad de una condena
visible puesta en escena de un oprobio
que endulzan un poco con un vuelto, digo un bono