Tres idiotas en busca de una imbécil
Por Marianela Druetta Mayotto
Por Marianela Druetta Mayotto
Por Ernesto David Sánchez
Por Marianela Druetta Mayotto
Fotografía y texto por Brenda Galinac
Por Ernesto David Sánchez
Por Clara Catelli
El cuerpo desacostumbrado se embota en el ocio y con él los sentidos. En el titubeo del debo quedarme o debo irme (la mano imprecisa en el picaporte acusa el desasosiego de salir solo), caminar preparándose a que no pase nada extraordinario, que finalmente suceda, y que el contraste con lo que fuimos, apenas dos horas antes, nos patee la cabeza y dispare la creatividad para escribir lo que sigue.
Delante de lo que los ojos muestran aparecen baldosas nunca pisadas que esperan el peso de las suelas mientras prometen, al unísono, otras experiencias para alterar, desde el poder que el arte posee, las verdades que los sentidos acusan. El conocimiento, entonces, queda sujeto a la libertad y desde el oxímoron que la frase denota germinan nuevos recorridos para atravesar el ritmo del tiempo desde otra lógica y apuntar los renglones que siguen a continuación.
Por Sofía Arnoldi
Por Mariel Grau Ghilino