El paraíso de los hombres racionales
Los hombres racionales han dominado el mundo, impusieron su técnica y su saber de probeta, todas sus profecías encubiertas y la magnánima tensión al dominio y al imperio; colmaron todos los espacios y echaron a aquellos envueltos en las alas de la bajeza, caídos en la desgracia de la pasión irreflexiva o del instinto bruto, falto de finezas y mediciones, objeto de fantasías, casi como negadores de la realidad que habitan.

