Sabiduría popular
Nuestro compañero grabó algunas charlas de bar y las emparentó con los enunciados de algunos doctores, licenciados, intelectuales y demás; llegando a la conclusión de que el mensaje era el mismo, con un maquillaje diferente. Entendió, entonces, que antes de decir "la inutilidad del sentido de la vista vuelve insensible al músculo cardíaco", podía susurrar "ojos que no ven, corazón que no siente".

