Límites para tolerar a un amigo
Hay fronteras que no se cruzan. Son contornos establecidos por una convención social que nunca se juntó a discutirlos, pero que simplemente han quedado ahí: delimitando los movimientos. Atravesar esas líneas es una apuesta en la que está incluida hasta la propia piel. Nuestro compañero tomó nota de los comportamientos clásicos de los detractores y esbozó el siguiente ensayo.

