Historia colectiva. Parte X: Los fantasmas de la soledad
Excitado por lo acontecido, esa noche le fue imposible conciliar el sueño. Abrió el cajón de la mesita de luz, extendió la mano y sacó una vieja libreta...
Excitado por lo acontecido, esa noche le fue imposible conciliar el sueño. Abrió el cajón de la mesita de luz, extendió la mano y sacó una vieja libreta...
Mientras el animal se alejaba él si sentía como si hubiera tenido un encuentro con si mismo, eran solo dos animas más en el mundo perdidas y solitarias...
Se había hecho de noche. Ernesto estaba insomne. El cuentagotas del reloj ese se hacía imposible. Nunca había soportado el tictac desvariado en monocordes melodías. Se rió para...
Lo decidió por la tarde. En otro bar, donde hacía horas estaba sentado junto a la ventana renovando el café, aunque el tordo le hubiera aconsejado justo lo...
El sol no terminaba de asomar en su esplendor. Era una mañana rosácea y algo fría. Uno de esos días en los que a Ernesto le gustaba penetrar...
Cuando Ernesto Di Partine dio la quinta vuelta en la cama, a las dos y cuarto de la madrugada, se puso a analizar qué hacía ahí perdiendo el...
Una historia. Una historia que tenía que ser contada. Por desgracia, Ernesto no se llevaba bien con la suerte. Mientras veía cómo Eduardo era llevado por los policías....
-¡Ni flores, ni peluches! ¡Te lo advertí!- Descargó ella directamente sobre aquel extraño hombre de pocas palabras y de actitud ausente. Sólo Ernesto la había visto entrar, sin...
La rutina tiene la tranquilidad de la preservación: mientras nada altere el curso de las cosas, mientras todo funcione sistemáticamente, siguiendo el orden normal de los acontecimientos, uno...
El segundo sobre de azúcar entraba en el café de Ernesto Di Partine, a las 8 de la mañana de un martes cualquiera. Todas las semanas desayunaba en...